Así estaba, incluso antes de ese día, en que
tanta gente se reunía hipócrita.
Muerto.
Murió en vida, su vida era la muerte.
esa muerte sublime,
añorada.
Encontraba vida en su dulce muerte.
La vida que le negaron
la obtuvo en su mundo.
Mundo de sombras existente en su mente.
Engendros sombríos.
Criaturas de su imaginación trastornada.
O mejor, incomprendida.
Criaturas negras como su muerte.
Ese hermoso color negro, del mismo
tono que la vida.
Con un tinte de rojo.
rojo escarlata.
Un rojo oscuro,
espeso como sangre.
Ese rojo que recorre sus venas.
Ese negro que atraviesa su espíritu.
Rojo y Negro. Flujo incontenible
que mancha la alfombra.
Manantial de vida
brotado de sus muñecas.