martes, 27 de enero de 2009

Poema #1

Así estaba, incluso antes de ese día, en que

tanta gente se reunía hipócrita.


Muerto.


Murió en vida, su vida era la muerte.

esa muerte sublime,

añorada.

Encontraba vida en su dulce muerte.

La vida que le negaron

la obtuvo en su mundo.


Mundo de sombras existente en su mente.


Engendros sombríos.


Criaturas de su imaginación trastornada.

O mejor, incomprendida.

Criaturas negras como su muerte.

Ese hermoso color negro, del mismo

tono que la vida.

Con un tinte de rojo.

rojo escarlata.

Un rojo oscuro,

espeso como sangre.


Ese rojo que recorre sus venas.

Ese negro que atraviesa su espíritu.


Rojo y Negro. Flujo incontenible

que mancha la alfombra.

Manantial de vida

brotado de sus muñecas.

miércoles, 7 de enero de 2009

7 de enero del 2009

No puedo cambiar el mundo, pero puedo cambiar la parte que me toca. O al menos, intentarlo; sólo se necesita algo de fé en la humanidad, que a veces me falta, pero se la recupera al mirar alrededor y toparnos con gente que vale la pena, esas personas que nos dan aliento y nos impulsan a mejorarnos y a mejorar lo que nos rodea, pues ellas también intentan cambiar su parte.
Hoy recuerdo a una buena amiga, una de esas personas que valen la pena y nos ayuda a cambiar el mundo, que nos recuerda que no estamos solos en el esfuerzo. La recuerdo porque es su cumpleaños, y aprovecho la ocasión para agradecerle a ella y todas aquellas personas por su trabajo y, si tuvimos la ocasión, por los lindos momentos que pasamos. En este homenaje a lo bueno de la humanidad, deseo mucha felicidad a todos, que encuentren paz en su vida y que obtengan los frutos que merecen.
Angelita, muy feliz cumpleaños, te recuerdo con mucho cariño y espero el momento de volver a vernos. Recibe un gran abrazo y pásala bien.